El caso de éxito del Biobío: Electrificación del mayor puente ferroviario de Chile
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El nuevo puente ferroviario sobre el río Biobío no es solo una infraestructura imponente. Representa un cambio profundo en la forma en que miles de personas se mueven, trabajan y viven en la región de Concepción. Con esta obra, Chile da un paso decisivo hacia la modernización de su red ferroviaria, reforzando la movilidad sostenible y el papel del Biotren como eje vertebrador del transporte metropolitano.
El anterior puente, en servicio desde hace más de 133 años, cedió paso a una infraestructura de 1,8 km de longitud y doble vía electrificada, la más grande de su tipo en Chile.
La magnitud de este proyecto lo convierte en un referente en la región, y el papel de ARCA en la electrificación del viaducto subraya cómo la innovación tecnológica puede estar al servicio del progreso social. En las próximas páginas descubrirás el reto que planteaba esta obra, sus cifras más relevantes, el impacto social que tendrá y cómo ARCA aportó los componentes críticos que hacen posible su electrificación.
Un proyecto con un valor estimado de 270 millones de dólares que no solo redefine la movilidad de la región, sino que también marca un hito para la ingeniería ferroviaria en Latinoamérica.
De un puente centenario a un desafío del siglo XXI
El puente ferroviario original sobre el río Biobío entró en servicio en 1889. Durante más de un siglo cumplió su función, pero con el paso del tiempo se convirtió en una infraestructura obsoleta y limitada para las necesidades actuales de la Región del Biobío.
Al mismo tiempo, la región de Concepción experimentaba un aumento sostenido en la demanda de transporte público. El sistema Biotren se consolidaba como la columna vertebral de la movilidad metropolitana, y con ello la presión sobre una infraestructura incapaz de responder a las expectativas de seguridad, eficiencia y sostenibilidad.
La necesidad era clara: diseñar y construir un nuevo puente con doble vía electrificada, capaz de absorber el tráfico mixto de pasajeros y mercancías, garantizar la continuidad del servicio sin interrupciones y sentar las bases de un modelo de movilidad moderna, fiable y sostenible para las próximas décadas.
Los obstáculos del pasado
- Una sola vía operativa que restringía la capacidad de circulación.
- Condicionamientos de seguridad; ante crecidas del río, el tráfico debía detenerse siguiendo protocolos estrictos.
- Altos costes de mantenimiento, derivados de intervenciones constantes para prolongar su vida útil.
Una obra de ingeniería a gran escala
El nuevo puente ferroviario del Biobío no solo es el más extenso de Chile; también es uno de los proyectos de infraestructura más complejos que se han acometido en el país en los últimos años.
Su cimentación descansa sobre pilotes de entre 28 y 46 metros de profundidad, diseñados para soportar las condiciones del río Biobío, uno de los más caudalosos de Chile. La estructura principal está formada por vigas cajón y vigas de amarre prefabricadas, montadas en el propio emplazamiento. En paralelo, la obra civil contempló la construcción del túnel Chepe, de 325 metros, excavado íntegramente en roca para conectar el viaducto con la red ferroviaria existente.
Diseño más ligero, eficiente y sostenible
Incluso en el diseño estético hubo innovación: en 2024 se revisó la ornamentación prevista para el puente, optando por una alternativa más ligera, eficiente y de menor coste de mantenimiento, sin renunciar a su valor arquitectónico.
El proyecto incorpora además soluciones complementarias que lo convierten en un referente de ingeniería moderna:
- Sistemas de evacuación de aguas lluvias para aumentar la seguridad y la durabilidad.
- Pantallas acústicas en la salida del túnel, para reducir el impacto del ruido en las comunidades cercanas.
- Obras de paisajismo en los accesos, que mejoran la integración urbana del proyecto.
- Rediseño del patio de maniobras sur para optimizar las operaciones ferroviarias.
La cronología detrás de un proyecto histórico
Detrás de la magnitud de la obra hay también un recorrido de planificación, ingeniería y ejecución que se extiende a lo largo de casi una década.
- 2017: Inicio de la fase de ingeniería, con estudios topográficos, batimétricos y de riesgo sísmico.
- 2019: Presentación y aprobación del Estudio de Impacto Ambiental, incluyendo procesos de participación ciudadana en Concepción y San Pedro de la Paz.
- 2022: Comienzo oficial de las obras de construcción del puente y del túnel Chepe.
- 2025: Puesta en servicio completa del nuevo viaducto.
El proyecto en cifras
El nuevo puente ferroviario sobre el río Biobío es, por su alcance y complejidad, uno de los mayores proyectos ferroviarios de la historia reciente de Chile. Sus números hablan por sí solos:
- 325 metros de túnel Chepe excavado en roca, completa el trazado ferroviario y suma un reto adicional en ingeniería.
- 1,8 km de longitud el puente ferroviario más extenso del país, capaz de convertirse en un verdadero corredor de movilidad para la región.
- 270 millones de USD de inversión, una apuesta estratégica que refleja el compromiso de Chile con la modernización de su red ferroviaria.
- 2 vías electrificadas diseñadas para el tráfico mixto de pasajeros y mercancías, garantizando más capacidad, fluidez y seguridad.
- 100 km/h para pasajeros y 65 km/h para carga una mejora sustancial respecto al puente anterior, que permitirá aumentar la velocidad, frecuencia y competitividad del ferrocarril.
Un impacto social sin precedentes
El nuevo puente del Biobío no solo es una infraestructura ferroviaria: es una palanca de transformación social y territorial para toda la Región del Biobío.
- Calidad de vida: Los trayectos entre Concepción, San Pedro de la Paz y Coronel serán más rápidos, seguros y frecuentes, facilitando el acceso al empleo, la educación y los servicios esenciales.
- Sostenibilidad ambiental: Menos vehículos privados significan menos emisiones y una apuesta decidida por un transporte público más limpio y eficiente.
- Movilidad sostenible: El aumento de capacidad del Biotren permitirá que más habitantes elijan el ferrocarril como medio de transporte diario, reduciendo la dependencia del vehículo privado.
- Desarrollo urbano: La obra integra mejoras de entorno como pantallas acústicas, paisajismo y el rediseño del patio de maniobras, favoreciendo una convivencia armónica con el tejido urbano.
Este proyecto demuestra que la ingeniería puede ser mucho más que cálculo y construcción: puede convertirse en una herramienta de cohesión social, desarrollo económico y sostenibilidad ambiental.
Un proyecto con la comunidad
El puente del Biobío no solo ha sido diseñado para conectar orillas: desde sus inicios se pensó como una obra que debía integrarse con la comunidad y responder a sus necesidades.
Participación ciudadana
En 2019 se desarrolló un proceso de Participación Ciudadana (PAC) en San Pedro de la Paz y Concepción, en el marco del Estudio de Impacto Ambiental. Este diálogo permitió recoger inquietudes locales y reforzar la aceptación social del proyecto.
Impacto económico regional
La fabricación de las vigas del puente estuvo a cargo de la maestranza Edyce, ubicada en la Región del Biobío. Una decisión que no solo aseguró eficiencia logística, sino que también generó empleo y dinamizó la economía local.
Un hito histórico compartido
En 2025, el Biotren cruzó por primera vez el nuevo puente ferroviario. El trayecto inaugural entre Coronel y Concepción marcó un antes y un después en la movilidad de la región, y fue celebrado con la presencia del Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, autoridades locales y trabajadores de EFE.
Más que una obra de ingeniería, el Biobío se ha convertido en un proyecto compartido con la comunidad, que simboliza la unión entre infraestructura, ciudadanía y futuro.
Así contribuyó ARCA al mayor puente ferroviario de Chile
En una infraestructura de la magnitud del nuevo puente ferroviario del Biobío, donde confluyen tráfico de pasajeros y mercancías, la fiabilidad de la electrificación es clave. ARCA contribuyó con cuatro elementos fundamentales del sistema de catenaria:
Ménsulas
Las mensulas sostienen y fijan los elementos principales de la catenaria, garantizando estabilidad estructural en una obra sometida a grandes esfuerzos mecánicos. En el caso del Biobío, su robustez resulta esencial para resistir esfuerzos mecánicos constantes, las condiciones de viento sobre el viaducto y la vibración generada por el paso de trenes de pasajeros y de carga.
Péndolas
Las péndolas aseguran que el hilo de contacto mantenga su geometría precisa, condición indispensable para un paso de corriente seguro y constante en servicios de largo recorrido.
Equipos de compensación
Mantienen la tensión de los cables estable frente a las variaciones de temperatura. El viaducto está expuesto a amplias variaciones térmicas a lo largo del día y del año. Los dispositivos de compensación de ARCA absorben esas dilataciones y contracciones de los cables, manteniendo una tensión constante en todo momento.
Aisladores de sección
Los aisladores de sección dividen la catenaria en tramos eléctricos, lo que facilita el mantenimiento y aporta mayor seguridad. Esto significa que, en caso de incidencia o necesidad de mantenimiento en una parte del puente, no es necesario interrumpir toda la línea. En una infraestructura crítica como el Biobío, este elemento asegura flexibilidad operativa y máxima seguridad para el personal técnico.
Una alianza internacional de confianza
Detrás de una obra de esta magnitud no hay una sola empresa, sino la suma de voluntades, conocimiento y experiencia de algunos de los actores más destacados del sector ferroviario. El nuevo puente del Biobío es el mejor ejemplo de cómo la colaboración internacional convierte un desafío histórico en un logro compartido.
- EFE Trenes lideró la visión y el impulso institucional para modernizar la movilidad en Chile.
- SACYR aportó su capacidad constructiva para levantar una infraestructura colosal: 1,8 km de puente y 325 m de túnel Chepe.
- ICIL ICAFL ejecutó con precisión la instalación de las vías y de la catenaria, integrando el corazón ferroviario del proyecto.
- ARCA, con sus componentes críticos de electrificación, aseguró que la infraestructura no solo fuera imponente, sino también segura, fiable y preparada para el futuro.
Conclusion
El nuevo puente ferroviario del Biobío no es solo la infraestructura más grande de su tipo en Chile: es un símbolo de progreso. Representa cómo la ingeniería puede transformar territorios, mejorar la calidad de vida de miles de personas y abrir camino a una movilidad más sostenible.
En este proyecto, cada actor jugó un papel fundamental. Y ARCA, con el suministro de sus componentes críticos de electrificación, contribuyó a que el mayor puente ferroviario de Chile sea también un referente de seguridad, fiabilidad y modernidad.
El Biobío demuestra que, cuando se combinan visión, colaboración internacional e innovación tecnológica, los proyectos ferroviarios trascienden la infraestructura para convertirse en motores de desarrollo social y económico.
En ARCA diseñamos y suministramos componentes de electrificación ferroviaria que combinan innovación, seguridad y fiabilidad.
Hablemos de cómo podemos aportar valor a tus infraestructuras.